¿Comes siempre lo mismo? ¿Olvidas comer? ¿Cocinar te resulta una tarea abrumadora? Aquí tienes consejos prácticos para hacer que la alimentación con TDAH sea más sencilla.
Aviso de contenido: Este artículo habla sobre alimentación, hábitos alimenticios y trastornos de la conducta alimentaria.
Para muchas personas con TDAH, la alimentación no es solo una necesidad biológica. Puede estar estrechamente ligada a las emociones, la rutina y las experiencias sensoriales. ¿Te suena familiar? Tal vez comes lo mismo durante semanas o incluso olvidas comer. Esto se llama hiperfijación en la comida, una experiencia que puede ser a la vez reconfortante y frustrante. Pero no estás solo/a. Entender por qué sucede puede ayudarte a encontrar una relación más equilibrada y relajada con la alimentación.
La hiperfijación es cuando te concentras intensamente en un tema o actividad. En el contexto de la alimentación, significa comer una y otra vez el mismo plato porque te resulta familiar, manejable y placentero.
Aunque la hiperfijación se asocia a menudo con el TDAH y el autismo, no debe confundirse con la hiperfocalización. Mientras que la hiperfocalización es un estado altamente productivo en el que pierdes la noción del tiempo, la hiperfijación puede sentirse más compulsiva, especialmente cuando se trata de la alimentación.
Si sientes que tu alimentación es un ciclo de “todo o nada”, el TDAH puede ser la causa. Algunos desafíos comunes incluyen:
Olvidar comer o postergar las comidas hasta estar completamente hambriento es un problema frecuente. Esto puede provocar fluctuaciones de energía y cambios en el estado de ánimo.
Comer puede convertirse en una forma de regular el estrés y las emociones.
Comer los mismos alimentos una y otra vez puede brindar sensación de estabilidad y control.
Planear, comprar ingredientes y cocinar puede ser abrumador, por lo que terminamos optando por comidas fáciles y repetitivas.
Existen varias razones por las cuales la hiperfijación en la comida es común en personas con TDAH:
El cerebro con TDAH busca constantemente dopamina. Los alimentos ricos en sal, azúcar o grasas pueden generar un aumento rápido de este neurotransmisor.
La textura, el sabor y el aroma de los alimentos pueden ser calmantes o estimulantes según las necesidades individuales.
Comer los mismos alimentos reduce la fatiga de decisión y proporciona estabilidad en un día a día caótico.
Cuando la planificación de comidas y la cocina resultan abrumadoras, las opciones familiares y sencillas pueden ser la salida más fácil.
La hiperfijación en la comida no es necesariamente un problema. Pero si te sientes atrapado/a en una rutina o deseas mejorar tus hábitos alimenticios, aquí tienes algunos consejos:
Aplicaciones como Tiimo pueden ayudarte a organizar comidas, hacer listas de compras y recordarte que debes comer regularmente.
Tener verduras prelavadas, cereales listos para consumir y snacks ricos en proteínas puede equilibrar tu alimentación sin esfuerzo adicional.
Si quieres más variedad, empieza con pequeños cambios, como agregar un ingrediente nuevo a un plato que ya disfrutas.
Comer algo es mejor que no comer nada, incluso si es el tercer sándwich de mantequilla de maní del día.
Si la alimentación te genera estrés o está afectando tu bienestar, un/a nutricionista especializado/a en TDAH puede ayudarte.
El TDAH y el autismo comparten algunas características, pero afectan la alimentación de maneras diferentes:
La hiperfijación en la comida suele estar relacionada con la búsqueda de dopamina y la estimulación sensorial.
Las preferencias alimenticias pueden estar más influenciadas por la necesidad de evitar sobrecargas sensoriales.
Entender estas diferencias puede ayudarte a gestionar mejor tu relación con la comida o apoyar a alguien cercano.
La alimentación puede ser un desafío o un refugio, y ambas opciones son válidas. Si tu rutina actual te funciona, ¡genial! Si buscas más variedad, prueba con pequeños cambios graduales. Lo más importante es que tu alimentación sea una aliada, no una fuente de estrés. Sin presiones, sin culpa. Encuentra lo que mejor se adapte a ti y a tu bienestar.
¿Comes siempre lo mismo? ¿Olvidas comer? ¿Cocinar te resulta una tarea abrumadora? Aquí tienes consejos prácticos para hacer que la alimentación con TDAH sea más sencilla.
Aviso de contenido: Este artículo habla sobre alimentación, hábitos alimenticios y trastornos de la conducta alimentaria.
Para muchas personas con TDAH, la alimentación no es solo una necesidad biológica. Puede estar estrechamente ligada a las emociones, la rutina y las experiencias sensoriales. ¿Te suena familiar? Tal vez comes lo mismo durante semanas o incluso olvidas comer. Esto se llama hiperfijación en la comida, una experiencia que puede ser a la vez reconfortante y frustrante. Pero no estás solo/a. Entender por qué sucede puede ayudarte a encontrar una relación más equilibrada y relajada con la alimentación.
La hiperfijación es cuando te concentras intensamente en un tema o actividad. En el contexto de la alimentación, significa comer una y otra vez el mismo plato porque te resulta familiar, manejable y placentero.
Aunque la hiperfijación se asocia a menudo con el TDAH y el autismo, no debe confundirse con la hiperfocalización. Mientras que la hiperfocalización es un estado altamente productivo en el que pierdes la noción del tiempo, la hiperfijación puede sentirse más compulsiva, especialmente cuando se trata de la alimentación.
Si sientes que tu alimentación es un ciclo de “todo o nada”, el TDAH puede ser la causa. Algunos desafíos comunes incluyen:
Olvidar comer o postergar las comidas hasta estar completamente hambriento es un problema frecuente. Esto puede provocar fluctuaciones de energía y cambios en el estado de ánimo.
Comer puede convertirse en una forma de regular el estrés y las emociones.
Comer los mismos alimentos una y otra vez puede brindar sensación de estabilidad y control.
Planear, comprar ingredientes y cocinar puede ser abrumador, por lo que terminamos optando por comidas fáciles y repetitivas.
Existen varias razones por las cuales la hiperfijación en la comida es común en personas con TDAH:
El cerebro con TDAH busca constantemente dopamina. Los alimentos ricos en sal, azúcar o grasas pueden generar un aumento rápido de este neurotransmisor.
La textura, el sabor y el aroma de los alimentos pueden ser calmantes o estimulantes según las necesidades individuales.
Comer los mismos alimentos reduce la fatiga de decisión y proporciona estabilidad en un día a día caótico.
Cuando la planificación de comidas y la cocina resultan abrumadoras, las opciones familiares y sencillas pueden ser la salida más fácil.
La hiperfijación en la comida no es necesariamente un problema. Pero si te sientes atrapado/a en una rutina o deseas mejorar tus hábitos alimenticios, aquí tienes algunos consejos:
Aplicaciones como Tiimo pueden ayudarte a organizar comidas, hacer listas de compras y recordarte que debes comer regularmente.
Tener verduras prelavadas, cereales listos para consumir y snacks ricos en proteínas puede equilibrar tu alimentación sin esfuerzo adicional.
Si quieres más variedad, empieza con pequeños cambios, como agregar un ingrediente nuevo a un plato que ya disfrutas.
Comer algo es mejor que no comer nada, incluso si es el tercer sándwich de mantequilla de maní del día.
Si la alimentación te genera estrés o está afectando tu bienestar, un/a nutricionista especializado/a en TDAH puede ayudarte.
El TDAH y el autismo comparten algunas características, pero afectan la alimentación de maneras diferentes:
La hiperfijación en la comida suele estar relacionada con la búsqueda de dopamina y la estimulación sensorial.
Las preferencias alimenticias pueden estar más influenciadas por la necesidad de evitar sobrecargas sensoriales.
Entender estas diferencias puede ayudarte a gestionar mejor tu relación con la comida o apoyar a alguien cercano.
La alimentación puede ser un desafío o un refugio, y ambas opciones son válidas. Si tu rutina actual te funciona, ¡genial! Si buscas más variedad, prueba con pequeños cambios graduales. Lo más importante es que tu alimentación sea una aliada, no una fuente de estrés. Sin presiones, sin culpa. Encuentra lo que mejor se adapte a ti y a tu bienestar.
¿Comes siempre lo mismo? ¿Olvidas comer? ¿Cocinar te resulta una tarea abrumadora? Aquí tienes consejos prácticos para hacer que la alimentación con TDAH sea más sencilla.
Aviso de contenido: Este artículo habla sobre alimentación, hábitos alimenticios y trastornos de la conducta alimentaria.
Para muchas personas con TDAH, la alimentación no es solo una necesidad biológica. Puede estar estrechamente ligada a las emociones, la rutina y las experiencias sensoriales. ¿Te suena familiar? Tal vez comes lo mismo durante semanas o incluso olvidas comer. Esto se llama hiperfijación en la comida, una experiencia que puede ser a la vez reconfortante y frustrante. Pero no estás solo/a. Entender por qué sucede puede ayudarte a encontrar una relación más equilibrada y relajada con la alimentación.
La hiperfijación es cuando te concentras intensamente en un tema o actividad. En el contexto de la alimentación, significa comer una y otra vez el mismo plato porque te resulta familiar, manejable y placentero.
Aunque la hiperfijación se asocia a menudo con el TDAH y el autismo, no debe confundirse con la hiperfocalización. Mientras que la hiperfocalización es un estado altamente productivo en el que pierdes la noción del tiempo, la hiperfijación puede sentirse más compulsiva, especialmente cuando se trata de la alimentación.
Si sientes que tu alimentación es un ciclo de “todo o nada”, el TDAH puede ser la causa. Algunos desafíos comunes incluyen:
Olvidar comer o postergar las comidas hasta estar completamente hambriento es un problema frecuente. Esto puede provocar fluctuaciones de energía y cambios en el estado de ánimo.
Comer puede convertirse en una forma de regular el estrés y las emociones.
Comer los mismos alimentos una y otra vez puede brindar sensación de estabilidad y control.
Planear, comprar ingredientes y cocinar puede ser abrumador, por lo que terminamos optando por comidas fáciles y repetitivas.
Existen varias razones por las cuales la hiperfijación en la comida es común en personas con TDAH:
El cerebro con TDAH busca constantemente dopamina. Los alimentos ricos en sal, azúcar o grasas pueden generar un aumento rápido de este neurotransmisor.
La textura, el sabor y el aroma de los alimentos pueden ser calmantes o estimulantes según las necesidades individuales.
Comer los mismos alimentos reduce la fatiga de decisión y proporciona estabilidad en un día a día caótico.
Cuando la planificación de comidas y la cocina resultan abrumadoras, las opciones familiares y sencillas pueden ser la salida más fácil.
La hiperfijación en la comida no es necesariamente un problema. Pero si te sientes atrapado/a en una rutina o deseas mejorar tus hábitos alimenticios, aquí tienes algunos consejos:
Aplicaciones como Tiimo pueden ayudarte a organizar comidas, hacer listas de compras y recordarte que debes comer regularmente.
Tener verduras prelavadas, cereales listos para consumir y snacks ricos en proteínas puede equilibrar tu alimentación sin esfuerzo adicional.
Si quieres más variedad, empieza con pequeños cambios, como agregar un ingrediente nuevo a un plato que ya disfrutas.
Comer algo es mejor que no comer nada, incluso si es el tercer sándwich de mantequilla de maní del día.
Si la alimentación te genera estrés o está afectando tu bienestar, un/a nutricionista especializado/a en TDAH puede ayudarte.
El TDAH y el autismo comparten algunas características, pero afectan la alimentación de maneras diferentes:
La hiperfijación en la comida suele estar relacionada con la búsqueda de dopamina y la estimulación sensorial.
Las preferencias alimenticias pueden estar más influenciadas por la necesidad de evitar sobrecargas sensoriales.
Entender estas diferencias puede ayudarte a gestionar mejor tu relación con la comida o apoyar a alguien cercano.
La alimentación puede ser un desafío o un refugio, y ambas opciones son válidas. Si tu rutina actual te funciona, ¡genial! Si buscas más variedad, prueba con pequeños cambios graduales. Lo más importante es que tu alimentación sea una aliada, no una fuente de estrés. Sin presiones, sin culpa. Encuentra lo que mejor se adapte a ti y a tu bienestar.
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