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Dibujo lineal minimalista de dos personas sentadas juntas, una sosteniendo una taza humeante. Representa conversaciones sobre accesibilidad y necesidades de apoyo.
February 20, 2025
• Actualizado el

Comprender las necesidades de accesibilidad | Co-creando espacios que funcionen para todos

La accesibilidad no es solo física, también implica crear espacios que apoyen diversas necesidades, incluida la neurodivergencia. Esta guía explora qué significa la accesibilidad, cómo identificar tus propias necesidades de apoyo y cómo preguntar a otros sobre las suyas.

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¿Qué son las necesidades de accesibilidad?

Las necesidades de accesibilidad buscan que los espacios, interacciones y sistemas sean utilizables por la mayor cantidad de personas posible. No se trata solo de cumplir con leyes sobre discapacidad o de agregar una rampa a un edificio, sino de reconocer que las personas interactúan con el mundo de diferentes maneras y diseñar pensando en eso desde el inicio.

La accesibilidad no es solo física: también es digital, social, sensorial y cultural. Se trata de garantizar que las personas puedan participar plenamente sin tener que adaptarse a un sistema que no fue pensado para ellas.

Piensa en:

Accesibilidad física: Ascensores, rampas, puertas automáticas, opciones de asientos.

Accesibilidad sensorial: Control del ruido, ajustes en la iluminación, espacios sin fragancias.

Accesibilidad cognitiva: Instrucciones claras, espacios fáciles de navegar, apoyo para la función ejecutiva.

Accesibilidad cultural y lingüística: Acceso a diferentes idiomas, representación diversa, reconocimiento de barreras interseccionales.

En esencia, la accesibilidad trata de eliminar barreras antes de que las personas tengan que pedir ajustes para satisfacer sus necesidades.

Neurodivergencia y accesibilidad | ¿Qué significa en la práctica?

Para las personas neurodivergentes, incluidos quienes tienen TDAH, autismo o dislexia, la accesibilidad a menudo implica apoyos que no siempre son visibles o intuitivos para los demás. Un espacio que parece “normal” o “funcional” para una persona puede ser agotador o abrumador para otra.

Aquí hay algunas formas en las que los espacios pueden volverse más accesibles para personas neurodivergentes:

Consideraciones sensoriales

Regulación del ruido: Auriculares con cancelación de ruido, espacios tranquilos o la libertad de hacer “stimming” verbalmente.

Preferencias de iluminación: Luz natural y suave en lugar de fluorescentes agresivos.

Necesidades de movimiento: Escritorios de pie, herramientas de estimulación (fidget tools), posibilidad de salir y volver a una sala o de permanecer de pie en reuniones.

Preferencias de comunicación

Texto en lugar de conversación: Muchas personas neurodivergentes procesan mejor la información escrita que la hablada.

Lenguaje claro y directo: Evitar significados implícitos, sarcasmo o expectativas no expresadas.

Tiempo de procesamiento: Pausas en conversaciones, seguimientos por escrito o más tiempo para responder.

Apoyos para la función ejecutiva

Horarios flexibles: Opciones de trabajo asíncrono, extensión de plazos y rutinas estructuradas.

División de tareas: Pasos claros y prioridades bien definidas en proyectos o actividades.

Body doubling: Trabajar junto a otra persona para mejorar la concentración y la responsabilidad.

Tu forma de pensar no necesita cambiar. Tus herramientas sí.

Tiimo está hecho para mentes neurodivergentes. Con IA, seguimientos diarios y planificación visual, puedes organizarte sin sentirte abrumado.

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Cómo identificar tus propias necesidades de accesibilidad

Si no estás seguro de cuáles son tus necesidades de apoyo, empieza prestando atención a los patrones a lo largo del tiempo. Estas necesidades suelen manifestarse en cosas que te agotan, generan frustración o hacen que ciertas tareas sean más difíciles de lo necesario. Aquí tienes algunos pasos para ayudarte a identificarlas:

Paso 1: Observa el malestar y la frustración

• ¿Cuándo te sientes agotado después de una tarea que no parece cansar a los demás?

• ¿En qué situaciones te sientes abrumado, bloqueado o incapaz de concentrarte?

• ¿Hay entornos que dificultan tu participación o compromiso pleno?

• ¿Ciertos estilos de comunicación (como conversaciones rápidas o lenguaje indirecto) hacen que las cosas sean más difíciles para ti?

Paso 2: Identifica patrones

• ¿Sueles tener dificultades con los plazos, la gestión del tiempo o la organización?

• ¿Te sientes más cómodo en entornos estructurados o en aquellos con mayor flexibilidad?

• ¿Hay sonidos, luces o texturas que dificultan tu concentración?

• ¿Encuentras ciertas interacciones agotadoras mientras que otras te energizan?

Paso 3: Prueba soluciones

• Experimenta con diferentes formas de trabajar: ¿las instrucciones escritas te ayudan más que las verbales?

• Prueba estrategias para gestionar el ruido, como auriculares con cancelación de sonido o espacios tranquilos.

• Ajusta tu horario para incluir pausas o períodos de enfoque: ¿esto marca una diferencia?

• Explora distintos métodos de comunicación (correo electrónico vs. llamadas, video vs. texto) para ver cuál funciona mejor para ti.

Paso 4: Expresa tus necesidades

Una vez que empieces a notar patrones, enmarca tus observaciones como necesidades de apoyo en lugar de fallos personales.

• En lugar de decir: “Soy malo recordando cosas,” prueba con “Necesito recordatorios escritos.”

• En lugar de “No soporto los espacios ruidosos,” intenta “Necesito opciones de silencio o cancelación de ruido para concentrarme.”

Al identificar lo que mejor te funciona, puedes empezar a abogar por estructuras de apoyo que hagan tu día a día más fácil.

Cómo compartir tus propias necesidades de accesibilidad

Abogar por ti mismo puede ser difícil, especialmente si estás acostumbrado a soportar la incomodidad para encajar. Pero expresar claramente tus necesidades ayuda a crear un mundo más accesible. Aquí tienes algunas formas de comunicarlas:

En entornos profesionales o formales

“Me comunico mejor por escrito. Si es necesario hacer una llamada, ¿podemos programarla con antelación?”

“Trabajo mejor con una agenda clara. ¿Podrías enviarme los puntos clave antes de la reunión?”

“Rindo mejor en espacios tranquilos. ¿Podemos reservar una sala sin ruido de fondo?”

En entornos sociales o comunitarios

“Los espacios ruidosos pueden ser abrumadores para mí. ¿Hay un área tranquila a la que pueda ir si lo necesito?”

“Es posible que necesite un descanso durante conversaciones largas. ¡Te prometo que no es personal!”

“Prefiero los mensajes de texto en lugar de llamadas y agradezco la comunicación clara y directa.”

El objetivo no es justificar ni disculparse por tus necesidades, sino hacer que la interacción sea más cómoda para todos.

Cómo preguntar por las necesidades de accesibilidad de los demás

La accesibilidad no debería ser una idea de último momento ni un ajuste de última hora, sino una parte integrada de cómo colaboramos, nos reunimos e interactuamos. En lugar de esperar a que las personas tengan que defender sus propias necesidades una y otra vez, pregúntales proactivamente desde el principio.

Al comenzar a trabajar juntos

“Quiero asegurarme de que esto funcione bien para ambos. ¿Tienes alguna necesidad de accesibilidad o apoyo que pueda hacer que nuestra colaboración sea más fluida?”

“Cada persona trabaja de manera diferente. Si hay herramientas, estructuras o formatos que te ayuden más, me encantaría saberlo.”

”¿Te resultaría útil hablar ahora sobre preferencias de accesibilidad para que podamos organizarnos desde el principio?”

Durante reuniones o discusiones

”¿Te ayudaría tener una agenda escrita o flexibilidad con los tiempos?”

“Si vamos demasiado rápido o algo no está funcionando, dime y lo ajustamos.”

”¿Prefieres recibir seguimientos por escrito o en una nota de voz rápida?”

Para entornos sociales

”¿Prefieres quedar en un lugar más tranquilo o en otro momento del día?”

“Dime si hay algo que pueda hacer para que esto sea más cómodo para ti.”

Ofrecer opciones en lugar de preguntar desde cero

En lugar de hacer que alguien tenga que explicar todas sus necesidades desde el inicio, intenta ofrecer alternativas de entrada:

”¿Prefieres tener la cámara encendida o apagada en las llamadas?”

”¿Te resulta más cómodo comunicarte por correo electrónico, mensaje de texto o notas de voz?”

”¿Te ayudarían revisiones estructuradas o prefieres mayor flexibilidad?”

”¿Quieres recibir una agenda antes de la reunión o te sientes bien con conversaciones espontáneas?”

La clave es integrar estas preguntas de manera natural, para que la accesibilidad no se vea como un inconveniente, sino como una parte normal de cómo creamos espacios inclusivos juntos.

Accesibilidad en el día a día | Pequeños cambios, gran impacto

La accesibilidad no es solo una responsabilidad de las personas con discapacidad o neurodivergentes, sino algo que beneficia a todos. Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia:

• Incluir las necesidades de accesibilidad en tu firma de correo electrónico.

• Preguntar a tus amigos qué los hace sentir cómodos y apoyados.

• Normalizar el uso de herramientas de estimulación (fidget tools), estilos de comunicación alternativos y asientos flexibles.

• Abogar por la accesibilidad en espacios públicos, lugares de trabajo y eventos comunitarios.

Cuando la accesibilidad se integra en las interacciones diarias, deja de ser una idea de último momento y se convierte en la norma. El objetivo no es crear soluciones únicas para todos, sino fomentar la flexibilidad, las opciones y un mejor diseño para que más personas puedan participar plenamente.

Al hacer pequeños cambios conscientes, construimos un mundo que no solo acomoda, sino que realmente apoya a todas las mentes y cuerpos.

Conoce a quien escribe

Beaux Miebach

Beaux lidera inclusión y pertenencia en Tiimo, creando sistemas accesibles y centrados en la equidad para personas queer y neurodivergentes.

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February 20, 2025
• Updated:

Comprender las necesidades de accesibilidad | Co-creando espacios que funcionen para todos

La accesibilidad no es solo física, también implica crear espacios que apoyen diversas necesidades, incluida la neurodivergencia. Esta guía explora qué significa la accesibilidad, cómo identificar tus propias necesidades de apoyo y cómo preguntar a otros sobre las suyas.

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¿Qué son las necesidades de accesibilidad?

Las necesidades de accesibilidad buscan que los espacios, interacciones y sistemas sean utilizables por la mayor cantidad de personas posible. No se trata solo de cumplir con leyes sobre discapacidad o de agregar una rampa a un edificio, sino de reconocer que las personas interactúan con el mundo de diferentes maneras y diseñar pensando en eso desde el inicio.

La accesibilidad no es solo física: también es digital, social, sensorial y cultural. Se trata de garantizar que las personas puedan participar plenamente sin tener que adaptarse a un sistema que no fue pensado para ellas.

Piensa en:

Accesibilidad física: Ascensores, rampas, puertas automáticas, opciones de asientos.

Accesibilidad sensorial: Control del ruido, ajustes en la iluminación, espacios sin fragancias.

Accesibilidad cognitiva: Instrucciones claras, espacios fáciles de navegar, apoyo para la función ejecutiva.

Accesibilidad cultural y lingüística: Acceso a diferentes idiomas, representación diversa, reconocimiento de barreras interseccionales.

En esencia, la accesibilidad trata de eliminar barreras antes de que las personas tengan que pedir ajustes para satisfacer sus necesidades.

Neurodivergencia y accesibilidad | ¿Qué significa en la práctica?

Para las personas neurodivergentes, incluidos quienes tienen TDAH, autismo o dislexia, la accesibilidad a menudo implica apoyos que no siempre son visibles o intuitivos para los demás. Un espacio que parece “normal” o “funcional” para una persona puede ser agotador o abrumador para otra.

Aquí hay algunas formas en las que los espacios pueden volverse más accesibles para personas neurodivergentes:

Consideraciones sensoriales

Regulación del ruido: Auriculares con cancelación de ruido, espacios tranquilos o la libertad de hacer “stimming” verbalmente.

Preferencias de iluminación: Luz natural y suave en lugar de fluorescentes agresivos.

Necesidades de movimiento: Escritorios de pie, herramientas de estimulación (fidget tools), posibilidad de salir y volver a una sala o de permanecer de pie en reuniones.

Preferencias de comunicación

Texto en lugar de conversación: Muchas personas neurodivergentes procesan mejor la información escrita que la hablada.

Lenguaje claro y directo: Evitar significados implícitos, sarcasmo o expectativas no expresadas.

Tiempo de procesamiento: Pausas en conversaciones, seguimientos por escrito o más tiempo para responder.

Apoyos para la función ejecutiva

Horarios flexibles: Opciones de trabajo asíncrono, extensión de plazos y rutinas estructuradas.

División de tareas: Pasos claros y prioridades bien definidas en proyectos o actividades.

Body doubling: Trabajar junto a otra persona para mejorar la concentración y la responsabilidad.

Tu forma de pensar no necesita cambiar. Tus herramientas sí.

Tiimo está hecho para mentes neurodivergentes. Con IA, seguimientos diarios y planificación visual, puedes organizarte sin sentirte abrumado.

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Cómo identificar tus propias necesidades de accesibilidad

Si no estás seguro de cuáles son tus necesidades de apoyo, empieza prestando atención a los patrones a lo largo del tiempo. Estas necesidades suelen manifestarse en cosas que te agotan, generan frustración o hacen que ciertas tareas sean más difíciles de lo necesario. Aquí tienes algunos pasos para ayudarte a identificarlas:

Paso 1: Observa el malestar y la frustración

• ¿Cuándo te sientes agotado después de una tarea que no parece cansar a los demás?

• ¿En qué situaciones te sientes abrumado, bloqueado o incapaz de concentrarte?

• ¿Hay entornos que dificultan tu participación o compromiso pleno?

• ¿Ciertos estilos de comunicación (como conversaciones rápidas o lenguaje indirecto) hacen que las cosas sean más difíciles para ti?

Paso 2: Identifica patrones

• ¿Sueles tener dificultades con los plazos, la gestión del tiempo o la organización?

• ¿Te sientes más cómodo en entornos estructurados o en aquellos con mayor flexibilidad?

• ¿Hay sonidos, luces o texturas que dificultan tu concentración?

• ¿Encuentras ciertas interacciones agotadoras mientras que otras te energizan?

Paso 3: Prueba soluciones

• Experimenta con diferentes formas de trabajar: ¿las instrucciones escritas te ayudan más que las verbales?

• Prueba estrategias para gestionar el ruido, como auriculares con cancelación de sonido o espacios tranquilos.

• Ajusta tu horario para incluir pausas o períodos de enfoque: ¿esto marca una diferencia?

• Explora distintos métodos de comunicación (correo electrónico vs. llamadas, video vs. texto) para ver cuál funciona mejor para ti.

Paso 4: Expresa tus necesidades

Una vez que empieces a notar patrones, enmarca tus observaciones como necesidades de apoyo en lugar de fallos personales.

• En lugar de decir: “Soy malo recordando cosas,” prueba con “Necesito recordatorios escritos.”

• En lugar de “No soporto los espacios ruidosos,” intenta “Necesito opciones de silencio o cancelación de ruido para concentrarme.”

Al identificar lo que mejor te funciona, puedes empezar a abogar por estructuras de apoyo que hagan tu día a día más fácil.

Cómo compartir tus propias necesidades de accesibilidad

Abogar por ti mismo puede ser difícil, especialmente si estás acostumbrado a soportar la incomodidad para encajar. Pero expresar claramente tus necesidades ayuda a crear un mundo más accesible. Aquí tienes algunas formas de comunicarlas:

En entornos profesionales o formales

“Me comunico mejor por escrito. Si es necesario hacer una llamada, ¿podemos programarla con antelación?”

“Trabajo mejor con una agenda clara. ¿Podrías enviarme los puntos clave antes de la reunión?”

“Rindo mejor en espacios tranquilos. ¿Podemos reservar una sala sin ruido de fondo?”

En entornos sociales o comunitarios

“Los espacios ruidosos pueden ser abrumadores para mí. ¿Hay un área tranquila a la que pueda ir si lo necesito?”

“Es posible que necesite un descanso durante conversaciones largas. ¡Te prometo que no es personal!”

“Prefiero los mensajes de texto en lugar de llamadas y agradezco la comunicación clara y directa.”

El objetivo no es justificar ni disculparse por tus necesidades, sino hacer que la interacción sea más cómoda para todos.

Cómo preguntar por las necesidades de accesibilidad de los demás

La accesibilidad no debería ser una idea de último momento ni un ajuste de última hora, sino una parte integrada de cómo colaboramos, nos reunimos e interactuamos. En lugar de esperar a que las personas tengan que defender sus propias necesidades una y otra vez, pregúntales proactivamente desde el principio.

Al comenzar a trabajar juntos

“Quiero asegurarme de que esto funcione bien para ambos. ¿Tienes alguna necesidad de accesibilidad o apoyo que pueda hacer que nuestra colaboración sea más fluida?”

“Cada persona trabaja de manera diferente. Si hay herramientas, estructuras o formatos que te ayuden más, me encantaría saberlo.”

”¿Te resultaría útil hablar ahora sobre preferencias de accesibilidad para que podamos organizarnos desde el principio?”

Durante reuniones o discusiones

”¿Te ayudaría tener una agenda escrita o flexibilidad con los tiempos?”

“Si vamos demasiado rápido o algo no está funcionando, dime y lo ajustamos.”

”¿Prefieres recibir seguimientos por escrito o en una nota de voz rápida?”

Para entornos sociales

”¿Prefieres quedar en un lugar más tranquilo o en otro momento del día?”

“Dime si hay algo que pueda hacer para que esto sea más cómodo para ti.”

Ofrecer opciones en lugar de preguntar desde cero

En lugar de hacer que alguien tenga que explicar todas sus necesidades desde el inicio, intenta ofrecer alternativas de entrada:

”¿Prefieres tener la cámara encendida o apagada en las llamadas?”

”¿Te resulta más cómodo comunicarte por correo electrónico, mensaje de texto o notas de voz?”

”¿Te ayudarían revisiones estructuradas o prefieres mayor flexibilidad?”

”¿Quieres recibir una agenda antes de la reunión o te sientes bien con conversaciones espontáneas?”

La clave es integrar estas preguntas de manera natural, para que la accesibilidad no se vea como un inconveniente, sino como una parte normal de cómo creamos espacios inclusivos juntos.

Accesibilidad en el día a día | Pequeños cambios, gran impacto

La accesibilidad no es solo una responsabilidad de las personas con discapacidad o neurodivergentes, sino algo que beneficia a todos. Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia:

• Incluir las necesidades de accesibilidad en tu firma de correo electrónico.

• Preguntar a tus amigos qué los hace sentir cómodos y apoyados.

• Normalizar el uso de herramientas de estimulación (fidget tools), estilos de comunicación alternativos y asientos flexibles.

• Abogar por la accesibilidad en espacios públicos, lugares de trabajo y eventos comunitarios.

Cuando la accesibilidad se integra en las interacciones diarias, deja de ser una idea de último momento y se convierte en la norma. El objetivo no es crear soluciones únicas para todos, sino fomentar la flexibilidad, las opciones y un mejor diseño para que más personas puedan participar plenamente.

Al hacer pequeños cambios conscientes, construimos un mundo que no solo acomoda, sino que realmente apoya a todas las mentes y cuerpos.

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Beaux Miebach

Beaux lidera inclusión y pertenencia en Tiimo, creando sistemas accesibles y centrados en la equidad para personas queer y neurodivergentes.

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Georgina Shute

Gina is an ADHD coach and founder of KindTwo, helping overwhelmed leaders reclaim time and build neuroinclusive systems that actually work.

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¿Qué son las necesidades de accesibilidad?

Las necesidades de accesibilidad buscan que los espacios, interacciones y sistemas sean utilizables por la mayor cantidad de personas posible. No se trata solo de cumplir con leyes sobre discapacidad o de agregar una rampa a un edificio, sino de reconocer que las personas interactúan con el mundo de diferentes maneras y diseñar pensando en eso desde el inicio.

La accesibilidad no es solo física: también es digital, social, sensorial y cultural. Se trata de garantizar que las personas puedan participar plenamente sin tener que adaptarse a un sistema que no fue pensado para ellas.

Piensa en:

Accesibilidad física: Ascensores, rampas, puertas automáticas, opciones de asientos.

Accesibilidad sensorial: Control del ruido, ajustes en la iluminación, espacios sin fragancias.

Accesibilidad cognitiva: Instrucciones claras, espacios fáciles de navegar, apoyo para la función ejecutiva.

Accesibilidad cultural y lingüística: Acceso a diferentes idiomas, representación diversa, reconocimiento de barreras interseccionales.

En esencia, la accesibilidad trata de eliminar barreras antes de que las personas tengan que pedir ajustes para satisfacer sus necesidades.

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Para las personas neurodivergentes, incluidos quienes tienen TDAH, autismo o dislexia, la accesibilidad a menudo implica apoyos que no siempre son visibles o intuitivos para los demás. Un espacio que parece “normal” o “funcional” para una persona puede ser agotador o abrumador para otra.

Aquí hay algunas formas en las que los espacios pueden volverse más accesibles para personas neurodivergentes:

Consideraciones sensoriales

Regulación del ruido: Auriculares con cancelación de ruido, espacios tranquilos o la libertad de hacer “stimming” verbalmente.

Preferencias de iluminación: Luz natural y suave en lugar de fluorescentes agresivos.

Necesidades de movimiento: Escritorios de pie, herramientas de estimulación (fidget tools), posibilidad de salir y volver a una sala o de permanecer de pie en reuniones.

Preferencias de comunicación

Texto en lugar de conversación: Muchas personas neurodivergentes procesan mejor la información escrita que la hablada.

Lenguaje claro y directo: Evitar significados implícitos, sarcasmo o expectativas no expresadas.

Tiempo de procesamiento: Pausas en conversaciones, seguimientos por escrito o más tiempo para responder.

Apoyos para la función ejecutiva

Horarios flexibles: Opciones de trabajo asíncrono, extensión de plazos y rutinas estructuradas.

División de tareas: Pasos claros y prioridades bien definidas en proyectos o actividades.

Body doubling: Trabajar junto a otra persona para mejorar la concentración y la responsabilidad.

Cómo identificar tus propias necesidades de accesibilidad

Si no estás seguro de cuáles son tus necesidades de apoyo, empieza prestando atención a los patrones a lo largo del tiempo. Estas necesidades suelen manifestarse en cosas que te agotan, generan frustración o hacen que ciertas tareas sean más difíciles de lo necesario. Aquí tienes algunos pasos para ayudarte a identificarlas:

Paso 1: Observa el malestar y la frustración

• ¿Cuándo te sientes agotado después de una tarea que no parece cansar a los demás?

• ¿En qué situaciones te sientes abrumado, bloqueado o incapaz de concentrarte?

• ¿Hay entornos que dificultan tu participación o compromiso pleno?

• ¿Ciertos estilos de comunicación (como conversaciones rápidas o lenguaje indirecto) hacen que las cosas sean más difíciles para ti?

Paso 2: Identifica patrones

• ¿Sueles tener dificultades con los plazos, la gestión del tiempo o la organización?

• ¿Te sientes más cómodo en entornos estructurados o en aquellos con mayor flexibilidad?

• ¿Hay sonidos, luces o texturas que dificultan tu concentración?

• ¿Encuentras ciertas interacciones agotadoras mientras que otras te energizan?

Paso 3: Prueba soluciones

• Experimenta con diferentes formas de trabajar: ¿las instrucciones escritas te ayudan más que las verbales?

• Prueba estrategias para gestionar el ruido, como auriculares con cancelación de sonido o espacios tranquilos.

• Ajusta tu horario para incluir pausas o períodos de enfoque: ¿esto marca una diferencia?

• Explora distintos métodos de comunicación (correo electrónico vs. llamadas, video vs. texto) para ver cuál funciona mejor para ti.

Paso 4: Expresa tus necesidades

Una vez que empieces a notar patrones, enmarca tus observaciones como necesidades de apoyo en lugar de fallos personales.

• En lugar de decir: “Soy malo recordando cosas,” prueba con “Necesito recordatorios escritos.”

• En lugar de “No soporto los espacios ruidosos,” intenta “Necesito opciones de silencio o cancelación de ruido para concentrarme.”

Al identificar lo que mejor te funciona, puedes empezar a abogar por estructuras de apoyo que hagan tu día a día más fácil.

Cómo compartir tus propias necesidades de accesibilidad

Abogar por ti mismo puede ser difícil, especialmente si estás acostumbrado a soportar la incomodidad para encajar. Pero expresar claramente tus necesidades ayuda a crear un mundo más accesible. Aquí tienes algunas formas de comunicarlas:

En entornos profesionales o formales

“Me comunico mejor por escrito. Si es necesario hacer una llamada, ¿podemos programarla con antelación?”

“Trabajo mejor con una agenda clara. ¿Podrías enviarme los puntos clave antes de la reunión?”

“Rindo mejor en espacios tranquilos. ¿Podemos reservar una sala sin ruido de fondo?”

En entornos sociales o comunitarios

“Los espacios ruidosos pueden ser abrumadores para mí. ¿Hay un área tranquila a la que pueda ir si lo necesito?”

“Es posible que necesite un descanso durante conversaciones largas. ¡Te prometo que no es personal!”

“Prefiero los mensajes de texto en lugar de llamadas y agradezco la comunicación clara y directa.”

El objetivo no es justificar ni disculparse por tus necesidades, sino hacer que la interacción sea más cómoda para todos.

Cómo preguntar por las necesidades de accesibilidad de los demás

La accesibilidad no debería ser una idea de último momento ni un ajuste de última hora, sino una parte integrada de cómo colaboramos, nos reunimos e interactuamos. En lugar de esperar a que las personas tengan que defender sus propias necesidades una y otra vez, pregúntales proactivamente desde el principio.

Al comenzar a trabajar juntos

“Quiero asegurarme de que esto funcione bien para ambos. ¿Tienes alguna necesidad de accesibilidad o apoyo que pueda hacer que nuestra colaboración sea más fluida?”

“Cada persona trabaja de manera diferente. Si hay herramientas, estructuras o formatos que te ayuden más, me encantaría saberlo.”

”¿Te resultaría útil hablar ahora sobre preferencias de accesibilidad para que podamos organizarnos desde el principio?”

Durante reuniones o discusiones

”¿Te ayudaría tener una agenda escrita o flexibilidad con los tiempos?”

“Si vamos demasiado rápido o algo no está funcionando, dime y lo ajustamos.”

”¿Prefieres recibir seguimientos por escrito o en una nota de voz rápida?”

Para entornos sociales

”¿Prefieres quedar en un lugar más tranquilo o en otro momento del día?”

“Dime si hay algo que pueda hacer para que esto sea más cómodo para ti.”

Ofrecer opciones en lugar de preguntar desde cero

En lugar de hacer que alguien tenga que explicar todas sus necesidades desde el inicio, intenta ofrecer alternativas de entrada:

”¿Prefieres tener la cámara encendida o apagada en las llamadas?”

”¿Te resulta más cómodo comunicarte por correo electrónico, mensaje de texto o notas de voz?”

”¿Te ayudarían revisiones estructuradas o prefieres mayor flexibilidad?”

”¿Quieres recibir una agenda antes de la reunión o te sientes bien con conversaciones espontáneas?”

La clave es integrar estas preguntas de manera natural, para que la accesibilidad no se vea como un inconveniente, sino como una parte normal de cómo creamos espacios inclusivos juntos.

Accesibilidad en el día a día | Pequeños cambios, gran impacto

La accesibilidad no es solo una responsabilidad de las personas con discapacidad o neurodivergentes, sino algo que beneficia a todos. Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia:

• Incluir las necesidades de accesibilidad en tu firma de correo electrónico.

• Preguntar a tus amigos qué los hace sentir cómodos y apoyados.

• Normalizar el uso de herramientas de estimulación (fidget tools), estilos de comunicación alternativos y asientos flexibles.

• Abogar por la accesibilidad en espacios públicos, lugares de trabajo y eventos comunitarios.

Cuando la accesibilidad se integra en las interacciones diarias, deja de ser una idea de último momento y se convierte en la norma. El objetivo no es crear soluciones únicas para todos, sino fomentar la flexibilidad, las opciones y un mejor diseño para que más personas puedan participar plenamente.

Al hacer pequeños cambios conscientes, construimos un mundo que no solo acomoda, sino que realmente apoya a todas las mentes y cuerpos.

Illustration of two hands coming together to form a heart shape.

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